miércoles, 25 de noviembre de 2020

domingo, 15 de noviembre de 2020

DENSIDAD DE POBLACIÓN.

EXTREMADURA: Densidad de población.

     Estos días estamos conociendo un poco mejor la densidad de población del mundo en general y la distribución de la población. Ahora os animo a conocer un poco más nuestra comunidad autónoma, en cuanto a población. Para ello os dejo un enlace del que tendréis que sacar las características más importantes.

https://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/extremadura/region-tiene-25-habitantes-kilometro-cuadrado-apenas-3-son-extranjeros_1218968.html 



domingo, 1 de noviembre de 2020

VIOLENCIA DE GÉNERO.

 Violencia de género.

     Esta semana vamos a tratar un tema tan doloroso como común, y aunque la lucha contra él es incesable, la realidad sigue desgraciadamente presente.

     Tenéis que leer este artículo y sacar las conclusiones más importantes.

 
“Una sociedad para prevenir la violencia
de género, una violencia de género que
no tiene cabida en la sociedad”

Según el Estudio sobre las Mujeres Mayores de 65 años Víctimas de Violencia de Género de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, uno de los datos más relevantes es que un 40% de las mujeres encuestadas ha sufrido violencia física, psicológica, sexual y/o económica por parte de sus parejas durante más de 40 años y el 27% lo soportó entre 20 y 30 años.
El 70% de las mujeres señala que sus hijas e hijos han presenciado algunas de las agresiones sufridas y tres de cada diez señala que también fueron víctimas de agresiones, insultos, menosprecios e intimidaciones.
Podemos apuntar que es en parte de este colectivo donde se da una triple
discriminación, mujeres, mayores y víctimas de violencia de género. Esta discriminación está en la base de la invisibilidad de la violencia de género en las mujeres mayores.
Tendemos asociar la violencia de género con adolescentes, mujeres jóvenes o de mediana edad pero no con las mayores de 65 años. Si observamos las campañas de prevención y sensibilización siempre van dirigidos a estos otros colectivos ignorando a las víctimas de mayor edad y lo mismo ocurre cuando hablamos de recursos especializados.
Según la macro-encuesta de violencia contra la mujer 2019 de la delegación del gobierno solo el 62,2% de las mujeres de más de 65 años que han sufrido violencia de género ha denunciado o buscado ayuda formal o informal frente al 85,6% de las de las menores de 65 años. Son el colectivo de mayores de 65 años las que menos denuncian y también son ellas las que menos recurren a la ayuda formal (atención médica, psicológica, psiquiátrica, legal etc...) y a la informal (hablarlo con personas de su entorno). Incluso cuando acuden a la atención sanitaria y social las/los profesionales de estos servicios relacionan las lesiones y comportamientos con el proceso de envejecimiento, no ocurre lo mismo cuando se presentan las mismas lesiones y comportamiento en mujeres más jóvenes, en estos casos los/ las profesionales las asocian fácilmente a violencia de género.
Los datos del estudio revelan que las mujeres mayores han ocultado la violencia vivida en la pareja en mayor medida que las mujeres de menor edad, ya que por lo general, es infringida por la pareja con la que han convivido durante décadas y por lo tanto ha pasado a formar parte de sus vidas y no la identifican como tal, por lo tanto no se reconocen como víctimas y es esta invisibilidad la que dificulta que denuncien o pidan ayuda y tampoco consideran la separación o el divorcio como una alternativa lo cual hace que acepten el maltrato como parte de la relación. Y en el caso de las que la identifican algunas refieren el miedo al maltratador y la falta de apoyos como razones para no abandonar la relación.
Las mujeres mayores son más vulnerables desde el punto de vista económico, la pobreza, la falta de vivienda, la falta de acceso a recursos o a servicios asistenciales, el daño en las relaciones familiares o la pérdida de estas son consecuencias previsibles ante la denuncia de un comportamiento abusivo por parte de su pareja, incluso el ingreso involuntario en una residencia en caso de dependencia. Pero es también el miedo al maltratador y el no contar con apoyos lo que hace que no abandonen la relación.
Por lo tanto, es probable que no busquen apoyo en servicios sociales o psicológicos ya que fueron educadas para pensar que el hacerlo es un signo de debilidad y fracaso con respecto al rol que se las asignó en la unidad familiar.
La violencia de género en mujeres de más de 65 años es un problema social que debe ser abordado de una manera específica, promoviendo intervenciones que tengan en cuenta la visión del maltrato por los profesionales y las barreras que tienen las mujeres mayores para acceder a los recursos y servicios asistenciales dotándoles de herramientas para actuar en estos casos. Diseñar campañas de sensibilización e intervenciones socio-educativas para prevenir e identificar la violencia de género y promover talleres de empoderamiento y espacios de formación, participación y reflexión orientadas a las necesidades de este colectivo. Es necesario que los recursos y servicios públicos de protección y atención a estas víctimas se adapten a sus necesidades.
La sociedad no puede ni debe seguir invisibilizando la violencia de género en mujeres mayores de 65, ya que la intersección entre el género y la edad aumenta su vulnerabilidad.

Rosa Ma Navas Sánchez
Alumna del CFGS PIG del IES Al-Qázeres